Saturday, November 08, 2008

BIB AZAHAR 14

Siempre presente en nuestro recuerdo.
JOSE CARLOS DE JUANA

Desde mi ventana

Anoche estuve mirando
a las estrellas de plata
por ver si entre sus luces
yo descubría su cara.
Miraba, sólo miraba,
a las estrellas allí altas
y a fuerza de tanto mirar
yo me encontré con su alma.

Yo cada noche me asomo
para mirar las estrellas,
y entre sus blancos destellos
siempre me encuentro un lucero.
Un lucero que me habla
en silencio y con dulzura,
un lucero que susurra:
“mi amor es fuego que abrasa”.

Es un lucero moreno
con los cabellos muy negros,
es una estrella que brilla
mucho más que las estrellas;
es una mujer hermosa
de mirada serena y profunda,
con labios para mis besos.
Es una estrella de plata
que me encontré en el cielo.

Hoy me encontré mirando
a las estrellas de nácar
y adiviné en sus destellos
el rostro bello de mi amada.
***
(De su libro “Canciones de amor –Poemas-)


Sunday, November 05, 2006

bibazahar10

LA LUZ DE MI POEMA
A la escasa luz de un amanecer
conseguí escribir aquella mañana,
estuve pensando un buen rato,
meditando lo que componer estaba.

Podría narrar la mañana temprana,
expresar el silencio claroscuro,
describir el piar de los pájaros
o contar que en mis flores hay rocío.

Pero nada de eso quedó escrito,
mi pensamiento me llevó
hacia una luz en el cielo, brillante,
esplendente y diminuta. Nítida.

Apenas se movía, mas parecía acercarse
hacia mi ventana abierta al día
y cuanto más cerca estaba, más hermosa
y fulgurante aquella luz parecía.

Pensé describir su radiante belleza
y hacer un poema que aquello describiera,
me dije ante el blanco papel: “comienza”.

Mas cuando inicié aquel poema,
lo hice pensando en ella y en su belleza.
Salió un poema de amor, no una poesía más,
ni un soneto, ni una silva, ni un madrigal siquiera,
salió un poema de amor bajo una luz bella.

Era su brillante luz, igual que la que yo viera,
aquel resplandor brillante era su presencia
y la luz se alejó hacia lo más alto
cuando, a la claridad del día, terminé el poema.

Debemos buscar la inspiración pronto,
en nuestros poemas ya casi olvidados,
en los de los poetas de alrededor,
en el conjunto de poetas que hoy son,
y en los que en su ausencia siguen siendo;
tenemos que buscar la inspiración
para que nuestro verso, nuestra rima
y nuestra poesía no se detenga,
para que nuestros poemas sigan vivos.
***
***
REGRESAN DEL AYER
A nuestra mente, a nuestros modernos
archivos del ordenador, regresan;
desde el pasado que hoy sostenemos
con el ánimo en constante recuerdo.

Vuelven de donde nunca se fueron,
con su color amarillento, ocre;
buscamos algún rostro conocido,
semejanzas, rasgos en el pasado.

Siempre se ven amontonadas, quietas,
con poco brillo y sin color alguno,
en el fondo de cajas o cajones,
perdidas y ocultas entre el polvo
hasta que alguien revela los nombres,
sitios y fechas de su calendario.

En realidad están siempre ahí,
aunque no se miren y no se toquen;
las más lejanas casi se olvidan;
las cercanas en tiempo, se recuerdan.

Yo saqué del viejo álbum familiar
las fotografías de mis abuelos,
en un marco a mi vista las tengo;
hasta parecen vivir al mirarlas.

No es cierto, están inmóviles, quietas,
mas resuenan sus voces que no oigo,
notando sus miradas que no miran.

Fotografías de ayer que regresan,
tal vez mañana habrá otras nuevas,
las de ahora, las nuestras, las mías.

Así es siempre la historia de la vida,
recuerdos que viven de otros recuerdos,
evocando personas y lugares,
regresando de nuevo, regresando…
***
***
HAY QUE BUSCAR LA INSPIRACIÓN
Tenemos que buscar la inspiración.
Si es necesaria para nuestros versos
y no desciende cual santo espíritu,
no debemos esperar su llegada,
tenemos que buscar entre los poemas
que escriben los poetas como nosotros.

La inspiración, que no la musa, bulle
por entre las hojas llenas de letras,
incluso entre los pliegos arrugados
y desechados de la papelera.

La inspiración, que no la musa, se halla
entre los libros que guardan las obras
de los demás y también en las nuestras.

Yo la busco en el aire y en los campos,
junto al mar, en el silencio y en el ruido,
sobre todo la encuentro en los versos,
releo mis versos, los de otros poetas,
medito frases escritas en prosa,
escucho a los demás y tomo nota,
me inspiro en todo lo que es la vida
y lo reflejo en todos mis poemas.

La musa es distinta, puede estar cerca
o puede estar distante, es nuestra musa.